‘‘Que te quite la ropa y te folle como nunca’’ Nunca imagino que un ángel pudiera decir tales palabras y que provocaría mucho deseo en su cuerpo, sin embargo, lo que sucedió después lo dejo con ganas. —Pero seguiré a mi otra voz y me mantendré firme, —murmuro para apartarlo y arreglar su ropa. —¿En serio? —cuestiona con indignación. —Mantente alejado de mí, te lo agradecería, —se marcha de ese lugar dejando a Nicolás con una erección y su ceño fruncido por su comportamiento tan irracional. Por otro lado, Eva despierta sudada y con un mal presentimiento, no entiende que sucede, sin embargo, puede sentir que algo no anda bien, sale de la cama y baja hasta la planta baja para ir a la puerta trasera de la casa y así poder salir de esta. El aire frío gol