Los miembros de la manada huyen en todas direcciones lejos de Ryder y Otto, el lobo beta de Osman, quienes pelean de forma agresiva en medio del patio. Un rugido masivo sale de Ryder, una mezcla de rabia y frustración, mientras lanza a Otto a varios metros. Ambos están heridos, pero dispuestos a seguir peleando; no obstante, el alfa Esteban que ve la escena justo antes de subir a la camioneta, corre hasta allí para saber lo que está pasando. Observa a un nervioso Kael entre perplejo y decepcionado. Su hijo está irritado y desconcentrado desde hace varios días. Aunque ha intentado hablar con él y con Osman para sacarle alguna información, ninguno dijo nada. Esto ya se está saliendo de control. Ellos son amigos desde pequeños y nunca los había visto en esta situación, al menos fuera del e