Capítulo Seis.

1293 Palabras
●▬▬▬▬๑۩۩๑▬▬▬▬▬● Alice. —¿Cuándo cambió tu nombre a Caroline, Alice? –cuestiona poniendo ambas manos a cada lado de mi cuerpo mientras su cara está a centímetros de la suya. Yo me hago gelatina con su cercanía y me quedo muda. —Profesor Nelson no sé de qué me habla. Él sonríe y toma mi mano colocándola por encima de mis senos, da algunos pasos hacia atrás y me observa con fijeza, yo me quedo perpleja con ese movimiento y ni siquiera soy capaz de mover un músculo. —Ese anillo, es idéntico al tuyo, y puede que eso sea una coincidencia nada más pero, ¿qué me dices de tu bonita manicura? –señala mostrándome la foto de anoche–, y por si crees que estoy equivocado, déjame demostrarte que no. Barry mueve los dedos sobre la pantalla y mi teléfono comienza a vibrar en mi bolso, yo aún incapaz de moverme por que estoy en tremendo shock, no tomo la llamada pero él se acerca hasta mi bolso y lo saca, sonríe ampliamente al ver su nombre en la pantalla. —Ahora señorita Parris, chica de los aguacates o conejita sexy, ¿podrías decirme como conseguiste mi número? –murmura cerca de mis labios. —Lo escuché de ti. —¿De mi? Ya veo, quien fue, ¿Jules o Alec? —Jules, ojos bonitos y sonrisa tierna. Escuché cuando se lo dijiste a tu tatuador. —Así que ojos bonitos. –murmura y se aleja de mi–, ¿y bien? —¿Bien qué? —¿Quieres ir a comer comida mexicana conmigo? –pregunta quitando su corbata. —¿Hablas en serio? —Sí, ¿o es qué ahora que ya sé quién eres dejarás de jugar y solo huiras haciendo de cuenta que no pasó? Camino hasta donde esta él, con todo el nerviosismo posible me acomodo entre sus piernas y enredo mis manos en su cuello. —Como ya te lo dije, huir no es una opción, profesor. –aseguro antes de tomar la iniciativa y besarlo. Sus manos se enredan en mi cuerpo y me enciendo completa. Se levanta de donde está y yo tomo su lugar en el escritorio, se acomoda entre mis piernas y baja sus labios hasta la piel de mi cuello. Supongamos que tengo aproximadamente dos años sin novio ni actividad extra curricular en el área s****l así que con ese simple roce me hace gemir, sube su mano por mi vientre y... —Auch, carajo, mi tatuaje. –me quejo cuando toca esa zona aun adolorida. —Lo siento, lo siento, ¿Estás bien? —Sí, solo fue un roce. Barry deja besos cortos en mis labios y acomoda mi cabello que seguro es un desorden. —¿Quieres ir a comer comida grasosa y deliciosa? –cuestiona acariciando mi mejilla. —¿En mi auto? —Creí que andabas en una motocicleta hoy por la mañana. Una que quería montar. —Fui a dejarla a su lugar por que no quería que me descubrieras. —Debiste pensar en eso antes de mandar una foto con esa manicura perfecta que aún no cambias, Alice. »Desde ayer supe que eras tú, y no solo por tu anillo y uñas, cuando tu madre te registró nos proporcionó un número de teléfono, así que ya te tenia registrada. Siento la vergüenza acumularse en mis mejillas, ahora algunas cosas me cuadran. —¿Por qué no me dijiste que ya sabías que era yo? —Tenía la certeza de que me dirias que eras tú e iniciar una furtiva relación alumna, profesor. Como ya te dije, contigo quiero hacerlo todo en plural. Y si no tienen otro plan, muero de hambre y ese lugar de comida mexicana suena genial. Barry toma sus cosas y camina hasta la puerta, la abre y me mira sonriente. Tomo mis cosas también y salgo del aula, caminamos por el pasillo y se pone su saco y sus lentes, así es incluso más sexy. Un choque durisimo me hace caer hasta el suelo y siento a Barry llegar hasta mi y comienzo a reír. —Barry Nelson, eres una distracción peligrosa. –confieso y me ayuda a levantarme. —¿Estás bien? —Uhum. —En ese caso, te veré en el estacionamiento, hay que guardar un poco las apariencias, conejita sexy. Siento mis mejillas calentarse y lo veo caminar hasta la salida, sacudo mis palmas y camino en la misma dirección, Julia y Matthew me esperan en la puerta. —¿Por qué tardaste tanto? —El profesor se puso medio intenso por que no presté atención a la clase. —Es que si estabas algo distraída Alice. —Es que tuve una mañana complicada. Mi hermana me golpeó durisimo. —¿Te odia por lo del chófer? —Sí, me advirtió que no dijera nada. Obviamente no diré nada por que tengo mis motivos. —No tengo idea de que hablan pero entiendo. ¿Alice te gustaría ir a comer? –pregunta Matthew y yo niego. —De hecho me están esperando, mi mamá tiene trabajo para mi y ya sabes, los padres suelen ser demasiado estrictos. Julia, te llamo más tarde. —Cuidate diosa. Camino hasta mi coche y puedo ver el de Barry ahí, me hace una seña con las luces y yo le devuelvo la señal. Avanza y yo espero algunos segundos antes de hacer lo mismo, veo el coche de Julia avanzar y salgo detrás de ella, puedo observar el coche de Barry algunos metros adelante y conduzco hasta allá. Básicamente lo estoy siguiendo y me siento acosadora, pero es divertido, apenas puedo creer que Barry supiera que era yo la que le envió ese mensaje, por una parte me alegra pues después de todo no estaba coqueteando con alguien más... Que a final de cuentas era yo. Se estaciona en un lugar muy bonito que promete ser mi lugar favorito. Barry se acerca a mi auto y me ayuda a bajar. Toma mi mano y me pongo caliente de las mejillas con ese toque. —Sí amas la comida mexicana tanto como yo, este lugar se convertirá en tu favorito, esta en mi top 5. —¿Qué no dijiste que lo habías descubierto apenas? —Mentí un poquito, pero en mi defensa diré que tú también me mentiste–, me recarga en el coche y acaricia mi mejilla–, te prometo que va a gustarte. Asiento y tomo su mano caminamos hasta el interior del lugar y el olor que nos recibe hace que mi estómago haga ruidos extraños. Nos sentamos en una mesa de madera con decoración colorida, la música de fondo es como la que mi abuela escuchaba cuando venía de visita a nuestra casa. Me encanta. —¿Primera impresión? —Es colorido y la música me gusta, me hace sentir a mi abuela aquí. A ella le gusta esa música. —¿Dónde está ella? —Vive lejos de aquí, en la ciudad de Sinaloa en México. —Las playas son preciosas. Jamás he ido pero mi padre me contaba sobre ellas. —Sin duda alguna son bellísimas. La mesera se acerca hasta nosotros con un plato de aguacate molido y totopos, a mi se me hace agua la boca solo de verlo. —Guacamole, es delicioso pero supongo que te gusta, ¿no es así? De lo contrario por que alguien tendría una pijama de aguacate. —Esto lo comía después de la escuela, como precomida, precena, predesayuno, a mi padre le gusta cocinar y la comida mexicana es su favorita también. Barry toma un totopo y lo llena de aguacate, lo acerca a mis labios y yo lo pruebo gustosa. Luego mi interruptor de filtro se apaga y en su lugar solo se oye un "wiiii, hazlo" y el vómito verbal sale sin que pueda impedirlo. —¿Eres casado? –cuestiono y cuando lo veo palidecer el peor de los escenarios pasa por mi mente. —Sí, Alice.
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