Barry. ¡Quiero saltar! Aguanto un grito poco masculino y sonrío como estúpido. Alice me encanta, mucho me encanta. Sus ojos bonitos y esa sonrisa, como finge ser inocente pero, ¡Dios! es todo menos inocente. Es fuego líquido que promete adherirse a mi piel, a mis venas, a mi sangre por completo. Hago una llamada rápida y su voz adormilada me responde. —Espero que estés muriendo, Barry. —Hola Holly Dolly. –saludo y escucho que murmura algo que no entiendo. —¿Dónde estás? Mandame tu ubicación e iré por ti. ¿Por qué bebes si mañana tienes clases Barry? Me causa un poco de gracia como reacciona y murmura un "¿dónde demonios esta mi maldita pantufla?" —Holly no estoy ebrio, estoy feliz. —Santo cielo Barry, dame un momento para prender un cigarro, me espantaste. —Conocí a alg