Los reactores nucleares eran el orgullo de la Unión Soviética, y si lo piensas no estaban tan errados. Se trata de energía limpia, potente y que alimenta por completo a un país. Es más, la ciudad de Prípiat nació por la central nuclear, por lo que la mayoría de la población trabajaba en la planta. Nunca nadie se imaginaría que aquello que les hizo prosperar sería su fin.
Como te decía había que realizar una prueba de seguridad. En esta básicamente se cortaba el suministro de luz y se esperaba a que un generador externo encendiera y mantuviera a toda la central. Sin embargo, había una falla. Los generadores se demoraban unos 60 segundos en activarse, y eso era fatal cuando se trata de un reactor nuclear. Ante tal problema surgió una posible solución, y era que la propia turbina, en sus últ
