I - Hola Kreves, es hora de que despiertes, lamentablemente ya no puedo esperarte más a que lo hagas por tu cuenta. – El asesino observaba a Kreves entre las sombras, con una gran sonrisa en su rosto, propia de un maniaco. Lamentablemente Kreves no podía distinguir sus facciones todavía por la oscuridad, no podía dar una clara descripción de su rostro, solo podía sentir aquella mirada penetrante que se posaba directamente sobre él. Kreves no pensaba en responder absolutamente nada, realizar cualquier pregunta no rendiría frutos y refutarle podría ocasionar una reacción indeseada. Prefirió permanecer callado, así conseguiría saber que le revelaría el asesino por su propia cuenta, sin dejar al descubierto la información o dudas que él poseyera. Por su lado, el asesino esperaba pacientemen