Larga noche

1846 Palabras

Al llegar a casa Leo acomodó las llaves, Regina lanzó su bolso al sillón, se quitó los zapatos y se recostó – comí demasiado. Leo sonrió levemente. Lo que realmente pasó fue que tanto Regina como Jonathan y los hijos del tío Iván intentaron averiguar lo que había pasado a puertas cerradas entre los padres de Regina y para justificarse, continuaron comiendo. Regina miró a Leo mientras él se quitaba la chaqueta y desordenaba el cuello de su camisa. Era una pena, ella pasó tanto tiempo acomodando la corbata y él simplemente dio un tirón y consiguió ese aspecto descuidado y relajado que le quedaba tan bien. Leo la miró fijamente y ladeó la cabeza – ¿cuánto bebiste? – Solo si tú me acompañas – respondió Regina. La pregunta que ella escuchó fue: ¿quieres algo para beber? Leo tomó su mano.

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR