Cristián imprimió varios documentos legales – espero que entiendas esto mejor que yo – dijo y los empujó hacia Leo.
Él leyó lentamente y después levantó la vista – ¿estás seguro?
– En este punto no estoy seguro ni de la hora – aceptó Cristián – primero dijimos que Quantum era una empresa de estafas, usaba empresas en el extranjero, convencía a pequeños clientes de invertir todo su dinero, de seguir arriesgándose y entonces, los estafaban, después descubrimos que invertían en empresas locales y supusimos que se trataba de manipulación de mercados y ahora, sabemos que están comprando y vendiendo en nombre de sus clientes lo que sugiere lavado de dinero. Voy a aventurarme un poco y decir que ninguna es correcta.
Leo frunció el ceño con interés – te sigo, ¿cuál es la respuesta?
– No tengo
