No importa cuánto lo intente, los niveles de producción y los datos financieros no entran en mi cabeza ni empujando mi frente contra los documentos. Solo de tocar el tema siento que tendré migraña. Así que dejé de intentarlo. Unos días después Leo se reunió con Cristián, mencionó noticias sobre el sujeto que compró acciones de Quantum, salió de prisa, yo lo regresé del brazo para darle un beso y él se fue. Aproveché para salir un rato, compré sobres de té verde, una caja de endulzantes y una colección de vasos y tazas para pareja con un diseño muy adorable. Me gustaron bastante. Salí de la tienda, caminé con rumbo al elevador para ir al estacionamiento y de la nada, alguien sujetó mi brazo, me abrazó y plantó dos besos en mis mejillas. – Regina. Fue ahí cuando me di cuenta que la voz

