Ya era tarde, la reunión comenzó después de la hora acordada y afuera se veían los primeros tintes del ocaso. Hugo se terminó los chocolates y tenía un gran vaso de jugo, la botella de vino estaba del otro lado de la mesa y Leo vigilaba el movimiento de las copas. Regina respiró profundamente – no siempre es así – le dijo a Martha, intentando sonar convincente – mi familia es como cualquier otra, de verdad – juntó las manos. Martha sonrió – todas las familias son así, no te compliques – la abrazó. Leo volvió del baño y las miró, después buscó a su sobrino, lo encontró mirando la televisión con Jorge en la sala, miró la hora en su reloj y se acercó a su mamá – ya es tarde, los llevaré de regreso. – Claro – dijo Martha. Regina miró la botella de vino aún sobre la mesa y después a Sarah

