Eso hace que mi corazón se detenga, junto con mi respiración, ahora entiendo muchas cosas , aunque mamá podría estar mintiendo. Soy tan tonta que estoy defendiendo a alguien que ha estado jugando conmigo. Cuelgo la llamada y después me doy un baño, tengo que hablar esto con Robert. Después del baño me arreglo un poco, ayer la empleada de mi casa paso y me dejó un poco de ropa. Erika entra a la habitación y me mira sorprendida. —Sara, ayer estabas mal, te desmayaste no puedes ir a la universidad. —No te preocupes, Erika, estoy bien, no puedo perder clases, por favor pídele a tu padre que me lleve. —Está bien, hermana, respeto tu decisión, le diré a mi padre que te lleve. No iré a la universidad, solo quiero una excusa para estar a solas con él. Después de unos minutos Erika me dice