El momento justo.

1224 Palabras
—Erika, ¿por qué estás aquí tan temprano? No ha pasado ni una hora amiga. —Déjame entrar y acomodarme primero, quiero contarte lo que pasó amiga —digo mientras me siento en el sofá de su sala. —Está bien, tengo mucha curiosidad, dime todo, Erika, ¿qué fue lo que pasó? —Llegue a la fiesta y como lo pensé antes, el cara de hielo de mi jefe no me dio otra oportunidad, lo único que hizo fue sacarme en cara todo lo que hago mal, yo también le dije lo que pensaba, pero de una manera educada. —No me dejes a la expectativa, dime qué pasó después de eso. —Él no me perdono y me corrió, pero después de salir de su oficina salí de la mansión y quería venir a casa y tomar un taxi, pero me di cuenta de que había dejado mi billetera en la oficina de esa cara de hielo, regreso y lo que vi me dejo en shock. —No me digas que usa drogas o es una asesino, yo sabía que algo ocultaba Daniel. —¡No es eso! Deja de imaginarte cosas y deja que termine de hablar, como te decía, le es infiel a Sonia, lo mejor de todo es que lo grabé. —No puedo creer que ese hombre le sea infiel a una belleza como Sonia —me dice Sara, mientras se mueve incómoda sobre el sofá. —Tengo el plan perfecto para vengarme de ese cara de hielo. —No me lo digas, tú estás pensando en. —No me digas nada, Sara, tú sabes cómo es él, además necesita que alguien lo ponga en su lugar, es un engreído narcisista. —No diré nada, tú eres una mujer adulta, sabrás lo que haces además, eres un poco inmadura, pero confiaré en ti amiga, espero que mañana todo te salga bien. —Claro que todo saldrá bien, ahora mi querido jefe cara de hielo, sabrá quién es realmente Erika. —Está bien amiga, pero mañana estaré realmente ocupada, así que cuando salgas del trabajo quiero que vayas directamente a mi salón de belleza, ahí quiero que me cuentes todo a detalle, amiga. —No te preocupes, claro que lo haré, te prometo que serás la primera en saber la que pase mañana, pero ahora creo en el carma. —Pásame el vídeo, amiga, imagina que tu jefe te quite el celular, yo lo pasaré también a mi computadora, sé que Daniel es realmente astuto. —Tienes toda la razón, Sara eres la mejor amiga del mundo además, eres muy inteligente, siempre piensas en todo antes que yo. Me despido de Sara y me dirijo a mi apartamento, dentro de unos días se vence mi renta y no sé que haré, esperaba pedirle un aumento a mi jefe, pero sé que no me lo dará. Pero, ¿qué estoy pensando? Claro que me lo dará, mañana será el día que he está esperando toda mi vida, la venganza de Erika está aquí. Dejo mis cosas en la mesa de la sala y me dirijo a mi habitación, quiero tomar una baño de agua caliente y relajarme, tengo que pensar también en que me pondré mañana, tengo que verme realmente espectacular, porque mañana voy a triunfar a lo grande. Después de relajarme salgo del baño y seco mi cuerpo con una toalla, en este momento no me importa nada, dejo caer la toalla al piso y me meto a la cama como Dios me trajo al mundo, completamente desnuda. Mis párpados pesan, estoy muy cansada  física y emocionalmente. Al día siguiente Me levanto realmente relajada, me puse mi mejor atuendo y un hermoso maquillaje y mi perfume más caro, este día tengo que estar impecable, estoy tan emocionada, en este momento estoy saltando de la emoción. Después de arreglarme me preparo un desayuno saludable con un poco de fruta y un jugo, quiero estar lo más saludable este día. Después de comer lavo mis dientes y retoco mi maquillaje y también mi perfume. Llamo un taxi y subo en él, siempre me cuesta conseguir un taxi a las siete de la mañana este día fue muy rápido, algún el mundo está de mi lado, se siente realmente bien que cosas buenas me pasen, siempre pensé que tenía una especie de maldición por las cosas que me pasan a diario. Llegó a la empresa y bajo del taxi, talvez incluso pronto pueda pagar mi propio auto y dejar de usar tanto el taxi. Entro y me encuentro a Susana, no la soporto además, ahora sé cómo le dieron el puesto. —Estás muy bien linda, ¿estás tan bien arreglada por mi ascenso de este día? También me doblarán el sueldo, tú seguirás siendo una simple secretaria, de vicepresidencia. —¿Qué estás diciendo, Susana? —Digo muy sorprendida. Ahorita resulta que también pretendían bajarme de puesto a secretaria de vicepresidencia. —No te preocupes, Susana, pero me dijo un pajarito que talvez las cosas podrían cambiar este día, así que no tengo tiempo para perderlo contigo además, deberías de cuidarte más. —¿A qué te refieres con eso? —Me pregunta muy exaltada. —Te daré el número de una de mis amigas, ella es cirujana plástica, porque esa vena que tienes y esas arrugas en la frente no creo que se quiten con votos, pero que podrías esperar de una persona de 35 años como tú. —¡No tengo 35 tengo 30! —Me dice al borde del llanto. —Está bien querida, no te preocupes, algunas también se ven mayores para su edad, que te veas de 40 no debe afectarte, me voy tengo que hablar con mi querido jefe. Estoy a punto de entrar a la oficina, de mi jefe, pero él está hablando muy bajo con un amigo, casi están susurrando. Tomo mi celular y comienzo a grabar, pero esta vez solo lo hago en audio, puedo escuchar perfectamente lo que hablan. —Daniel, ¿hasta cuento tiempo le ocultarás esto a Sonia? —Sé que la voy a lastimar, Mauricio tengo que hacerlo, no tengo de otra, recuerda que todo es por nuestros padres. —Lo sé, pero Sonia es mi hermana, y no quiero que la utilices solo por su dinero. —Te prometo, Mauricio que algún día le diré la verdad. —Espero que lo hagas, pero espera mejor a qué las empresas salgan de la crisis por la que pasamos, si Sonia lo sabe antes ellas nos quita el apoyo financiero estaremos arruinados. —Eso haré Mauricio, no te preocupes por nada. Espero a que salga Mauricio, a él también no lo soporto. Esto no podría ser mejor, ahora tengo más información, se la envió rápidamente a Sara y después que sale el imbécil de la oficina entro y me siento frente a mi jefe. —No quiero verte, tú ya no formas parte de esta empresa, puedes irte en este momento, llévate tus cosas que no son muchas. —Tengo algo que hablar con usted, mi querido Jefe, sé que esto le interesara mucho. Estoy a punto de hacerlo pagar por todo, sé que está mal, pero no me importa, solo le estoy dando un empujón al carma, por eso. Estoy a punto de sobornar a mi jefe.
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