Este increíble hombre mío

1116 Palabras
Capítulo 20 Isabella Me sentía muy mal por todo lo que pasó, después de que Betty se fue con Sherlyn, el señor Donalli fue detenido, Henry le gritó que iba a hacer todo para que se pudriera en la cárcel, el señor Donalli le sonrió con burla y malicia a la vez, me dio miedo, me hizo sentir escalofríos en todo el cuerpo. Henry se encontraba sentado en una silla afuera de la sala donde fue el juicio, se veía muy mal, tenía la mirada perdida. Cuando estaba por irme, me habló, me pidió ayuda para no divorciarse de Betty, lo miré con pesar, le dije que no podía hacer, no estaba en mis manos, asintió con tristeza. Nos despedimos y me retiré. Al salir lo vi con una amplia sonrisa en los labios, le sonreí. —Hola —Nos dimos un pequeño beso en los labios. —¿Cómo te fue? Negué con enojo y tristeza a la vez. —Perdí el caso. Antoni me miraba sin poder creer lo que le acababa de decir. Asentí. —Ven, vamos para que me platiques —Acepté. El chofer de Antoni se llevaría mi vehículo. Una vez arriba de su carro le conté todo que pasó en el juicio, estaba con cara de enojo por lo que le acababa de escuchar. —Es un desgraciado, ojalá se pudra en la cárcel. —Si, ya sé, cuando lo estaba cuestionando, te juro que sentí que mentía y se lo dije a Henry, y logré a hacerlo dudar de su “amigo” —Reí levemente —. Para que alguien me quiera ver la cara, esta muy cabrón —Antoni soltó una carcajada. —¿Qué? Es la verdad —Reí. —No, si te creo —Ambos reímos. Volví a suspirar, no podía dejar de sentirme mal por el juicio, nunca había vivido algo así, era la primera vez que perdía, no me siento mal por perder, sino por la muchacha, por Beatriz, debe de estar destrozada, gracias a Dios que tiene a Sherlyn de apoyo, será una gran amiga para ella en estos momentos, ella no la dejará sola y la ayudará en lo que necesite. Llegamos al despacho, Antoni me abrió la puerta y me ofreció su mano, la tomé con gusto. Entramos juntos, mis compañeros nos saludaron y me preguntaron como estuvo el caso, les dije que mal, que había perdido, ellos estaban en shock, querían saber más, les dije que en un momento lo sabrán, ellos asistieron. Entramos al ascensor. —Debo pasar a la oficina de Demian, debo reportarme con él —Antoni me dio una suave sonrisa. —Se va a endurecer cuando se entere lo que ese miserable le hizo a la cliente de tu amiga. —Ya sé, yo aún siento rabia —Bufé. Llegamos a la oficina de Demian, éste al vernos nos recibió con una sonrisa. —Adelante —Nos invitó a pasar, mientras cerraba su laptop. Nos sentamos frente a él. —¿Cómo te fue? —Dejé salir un suspiro. —Perdí —Demian me veía incrédulo. —¿Qué? —Asentí. —Se descubrió que la esposa de mi cliente fue inocente de todo lo que se le acusaba, el pequeño Noah si es hijo de Henry, quisieron hacerle creer que no era el padre, pero la hermana apareció en medio juicio y nos mostró a todos la verdad con un vídeo —Demian estaba confundido, le fui contando todo. — No puede ser —Espetó con coraje, goleó con su puño el escritorio. —El encargado de laboratorio ya fue detenido, va a pasar un buen rato en prisión. —Es lo que se merece por imbécil, gente como esa se merece estar preso y no ejercer su carrera. Estuve de acuerdo con él. Terminamos el tema del juicio y hablamos del caso de Antoni, Demian al parecer va bien con su investigación, se está acercando a los amigos de Stephanie y a ella. —Kendra ha estado algo nerviosa cuando hablamos de ti, siento que algo sabe y lo voy a descubrir, ella ha estado interesada en mí, odio tener que utilizar eso, pero haré lo que sea para ayudarte —Antoni le sonrió. —Gracias, hermano, ojalá que no se quiera vengar después. —Ay no por favor, más problemas no —Ambos rieron conmigo. —Eso no pasará, mi bella —Antoni besó el dorso de mi mano derecha. Nos dedicamos una cariñosa sonrisa. —Amo verlos así, enamorados —Antoni y yo reímos. Sentía mis mejillas calientes de la pena. *** Los días pasaron y al fin estábamos todos en la posada del trabajo, la música sonaba alegre, mis amigas y yo nos saludamos en cuanto nos vimos. —Isa, te ves muy bonita —Me dijeron. —Gracias, igual ustedes —Nos dimos una amigable sonrisa y nos encaminamos a nuestra mesa. Antoni me ayudó con la silla, le agradecí con una tierna sonrisa, me sentía feliz de tenerlo a mi lado. Debo decirles que la reunión con el señor Brown fue muy bien, ahora no teníamos que fingir estar enamorados, porque en este momento Antoni era el amor de mi vida, aunque al principio negaba que me atraía; es un hombre muy guapo y sus sentimientos son maravillosos, era el hombre perfecto para cualquier mujer, pero esas mujeres se quedarán con las ganas de tenerlo porque este increíble hombre es mío y no lo comparto. Al fondo vimos a Demian con Kendra, lucia muy elegante, traía un vestido sexy, descubierto de una pierna de color morado e impactante, con hombros escotados y un toque brilloso que le daba tonalidad a la noche. —Hola —Saludó ella. —Hola —Le devolvemos el saludo con un gentil gesto. Demian le ayudó con la silla. —Gracias —Se notaba que moría por él. Demian se acomodó a su lado. Hubo un poco de silencio, la verdad fue algo incómodo, solamente nos veíamos entre nosotros, hasta que Robert tomó la mano de Vicky y la invitó a bailar. —Vamos a bailar —Vicky le sonrió y fue con él. Antoni y yo los imitamos. Ambos nos mirábamos directamente a los ojos, sentía que mis ojos brillaban de amor, era imposible no amarlo, si es maravilloso. Juntamos nuestros labios y nos besamos, era un beso suave, lento como un roce. — Eres muy hermosa —Sonreí y lo besé —. Te quiero. —Mmm, yo — Puse cara pensativa, sonreí con malicia por lo que le diré —. Yo no —Me carcajeé. Antoni me miraba con ojos chinitos, eso me causó más risa, lo adoré.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR