Le acerco un café y algo de comer a Claire cuando voy a la residencia después de clases, ya no tiene nada de fiebre al revisarla pero cuando habla lo hace como si fumara veinte cigarrillos por día. Intenta calmarlo bebiendo agua durante el resto del día. —Puede que le gustes tú también —dice y con esa voz en plena cuando ya estamos tumbadas en nuestras camas, suena como un demonio—. Me retracto, quito lo de "puede". Al Chico Misterio le gustas, ¿sino por qué iba a ser así contigo llevándote a solas al sitio ese que dices? Quiero decir que podría simplemente querer acostarse contigo y esas cosas... pero hace mucho más. Seguro que ha quedado encantado con tu personalidad. Suspiro contra la almohada. Ojalá. Por la mañana me voy cuando ella sigue durmiendo, Jane y yo nos reunimos para desa