Alexander se mantuvo observando a su mejor amigo llegar junto con Jade al piso que los había citado desde una hora antes, por lo que su paciencia en esos momentos era nula para cualquier tontería que se le pasara enfrente. Sean alzó su mirada para observarlo y lo saludó con su mano derecha alzada.
— Ya era hora de que llegaran ambos — Les reprochó mientras negaba con su cabeza — Te dije que te vería hoy a las diez de la mañana en punto, no a las once y media Black — Jade bajó su mirada al saber que se estaba sonrojado — No puede ser que nunca has sido impuntual y ahora que más te necesito aquí ya lo eres.
— Fue mi culpa Alex, no lo siento mucho la verdad — La bailarina comenzó a mover su pie derecho — Yo fui quien retuvo a Sean más de lo esperado, así que no lo culpes a él — Lo señaló —
