CAPÍTULO 72 IKER Un mes después… Danielita está en los últimos toques de su arreglo para el baby shower, y mis ojos no pueden apartarse. La veo, completamente fascinado por su belleza, convencido de que es la mujer más deslumbrante que existe. Me acerco sigilosamente, la envuelvo en mis brazos desde atrás y siento cómo el calor de su espalda se funde con mi pecho. Mis labios buscan el suave hueco de su cuello; el beso apenas roza su piel y un escalofrío de deleite la recorre, haciéndome sonreír en silencio. Es nuestra pequeña danza diaria, un ritual de amor que nos une. Nuestras noches se han convertido en un lienzo de pura pasión, sin una sola excepción. Desde que la vida de nuestro pequeño comienza a crecer dentro de ella, las hormonas de Lisita parecen potenciar un deseo insaciable