CAPÍTULO 71 DANIELA El día de la revelación… El aire vibra con una mezcla de anticipación y alegría. Hay globos por todas partes, un arco enorme en la entrada que combina rosas en todos los tonos imaginables con un blanco puro y toques de un dorado brillante que le dan un aire de cuento de hadas. Sonrío, sintiéndome abrumada por el cariño de todos los que han venido a compartir este momento tan especial con nosotras. Las mesas están preciosas, cubiertas con manteles suaves y centros de mesa llenos de flores delicadas. Rosas, muchísimas rosas, pero también veo algunas margaritas blancas y esa flor menudita que siempre me ha parecido tan etérea, la paniculada. Pequeños detalles por aquí y por allá me roban una sonrisa: biberones decorados con cintas rosas, unos zapatitos diminutos que pa