CAPÍTULO 60 IKER Estamos en la cama, amándonos, sus gemidos son música para mis oídos. Nos decimos muchos te amo, entrelazo mis dedos con los suyos, y con la otra mano me abrazo a su cintura, dejo besos húmedos en su hermoso cuello, bajo y chupo sus pechos como un bebé hambriento. —Ay, mi chiquita ——jadeo. Mi voz sale ronca. Me fascina verla estremecerse en mis brazos. Aprieta mi m*****o, mientras con sus tobillos me da una leve sobada a mi espalda. La siento venirse, me clava sus yemas en mi espalda, un gemido sale de su boca. Beso la piel de su cuello, y me voy a sus labios, nos besamos con vehemencia y pasión. Doy una última embestida, me vengo en su interior. Ambos soltamos un grito gutural, mi Danielita, se volvió a venir, me encanta cuando nos venimos juntos, es lo mejor. ***