CAPÍTULO 35 DANIELA CASARES —Señor Lara, buenos días, necesito de sus servicios. —Señorita, Daniela, por supuesto, dígame. —Ocupo información de una persona, su nombre es Romina Ugarte. En este momento le estoy pasando una foto de ella —le informo. —Me acaba de llegar. ¿Qué quiere saber? —Todo, quiero destruir a esa mujer, se metió con quien no debía y quiero que pague caro —mi mirada se vuelve oscura, tengo sed de venganza contra esa desgraciada, no tiene idea de con quien se metió. —Por supuesto, señorita, ya mismo me pondré a investigarla. Cuelgo. —Usaré mi dinero para que nada malo te pase, si es necesario pondré vigilancia, lo que sea, pero a ti nadie te hará daño —lo miro mientras acaricio su caballo. Depósito un suave beso en sus labios. Acaricio su mejilla con mis nudillo