Capítulo 11. En la oficina.

2069 Palabras
Al subir al elevador, Bastián y Asher se pararon uno junto al otro, pero las personas empezaron a subir llenando aquel pequeño lugar por completo, haciendo que quedaran muy juntos, tanto, que Bastián tuvo que detener al hombre de enfrente para que no aplastara a Asher. —Ya no caben más, esperen el siguiente elevador— dijo Alguien antes de que la puerta se cerrara. Mientras la cabina subía, Bastián tomó a Asher de la mano, haciendo que él pobre pasante se sobresaltara un poco, sentir su mano tan cálida lo hizo sentir extraño. Miró a Bastián y tragó saliva. Se soltaron cuando las puertas se abrieron y algunos bajaron. —Necesito que vengas a mi oficina para entregarte unos documentos que necesito que lleves a tu supervisor— dijo Bastián. —Si señor— dijo Asher tratando de controlarse, tratando de calmar esas emociones qué empezaban a despertar en él. Algunos saludaban a Bastián con educación, todos lo conocían y trataban de no invadir su espacio personal, así que no lo molestaban más de lo debido. Al llegar a su oficina, Asher entró y admiró el lugar, por supuesto que la oficina de Bastián no iba a ser cualquier cosa, era enorme y elegante, tenía algunas camisetas deportivas enmarcadas en la pared y algunos trofeos qué los jugadores le obsequiaban a Koro. Asher estaba tan absorto en sus pensamientos qué no se dio cuenta de que Bastián cerró la puerta con seguro y se acercó a él. Fue sorpresivo qué lo sujetara del rostro y lo besara sin limitaciones, casi como si necesitara aquel beso para poder seguir respirando. Asher no supo reaccionar, así que solo se dejó manipular por aquel hombre. —Me encanta como te vez hoy, haces qué me ponga duro— dijo Bastián mientras dejaba qué Asher respirara. Asher empezó a sentir calor en todo el cuerpo, miró los labios de Bastián y luego sus ojos quedaron enganchados a los de él. —Alguien puede vernos— murmuró Asher recobrando sus sentidos. —Nadie va a entrar sin tocar. Asher miró la puerta y luego miró a su jefe, ¿Cómo podía negarse?, lo besó y lo empujó contra el escritorio que estaba a unos cuantos metros. No se podía decir que era delicado, Asher también podía ser posesivo y determinado, solía correr por las mañanas y ejercitarse en casa, así era como mantenía su buen físico. Bastián se sujetó de aquel mueble y miró a Asher ponerse de rodillas. La vista era maravillosa, esos ojos azules mirándolo con cierta perversidad eran una maravilla, lejos de querer escapar, acarició esa hermosa cabellera rubia, deslizando su gran mano hasta una de sus mejillas. Mientras tanto, Asher bajó la bragueta de Bastián y metió sus manos acariciando todo a su paso, alzó la vista y la bajó de inmediato para evitar ponerse nervioso, sacó el miembr*o de su jefe, el cual estaba tan erecto y duro qué a Asher se le hizo agua la boca. Empezó a besarlo con gentileza hasta que lo metió por completo en su boca, ya habían ido al doctor, y todo estaba bien, los dos estaban limpios y sin ningún problema, así que no había preocupación alguna, solo el deseo que no dejaba de crecer. Asher empezó a masturbar*lo mientras que sus manos entraban debajo de la camisa de vestir de Bastián, y recorrían ese abdomen firme y marcado. Bastián estaba en la gloria, respiró hondo y tomó a Asher de la mano, lo levantó y lo empujó contra su escritorio, poniéndolo de espaldas hacía él. Le bajó los pantalones y escupió en su mano para mojar el an*o de Asher, un lubricante natural qué en algo iba a ayudar, lo masajeo mientras lo escuchaba quejarse. —Mmm…aquí no Bastián—Pidió Asher con la cara sobre el escritorio, completamente sometido, sintiendo como los dedos de Bastián lo invadían. —¿Por qué no?—Preguntó Bastián. —Alguien puede escucharnos. —No hagas ruido entonces— dijo Bastián y metió la cabeza de su pen*é en el an*o de Asher sintiendo la presión y el impedimento de dejarlo entrar. Mientras que Asher solo se tapó la boca y cerró los ojos. Bastián no se rindió, insistió hasta que su miembr*o entró en él cul*o apretado de Asher, la satisfacción lo hizo rugir en silencio, mientras que Asher se mordió el labio inferior y algunas lágrimas salieron de sus ojos, por el ligero dolor y la satisfacción qué aquella intrusión le causo. Empezó a penetrarl*o mientras que Asher trataba de no gemir, pero fue inútil. Un gemido escapó de su boca cuando Bastián lo hizo venirse y justo después Bastián se vino dentro de él, llenándolo por completo. Se quedaron inmóviles por unos segundos, tratando de recuperar el aliento, sintiendo como sus partes íntimas palpitaban y sus corazones retomaban su ritmo cardíaco, tan solo fueron unos minutos, pero por el momento eso sería suficiente, fue tan excitante qué Asher apenas y podía comprender lo que había ocurrido. Por otro lado Bastián estaba complacido, era la primera vez que hacía algo así en su oficina, salió de Asher y acarició su trasero. —Lo siento, no pude evitarlo— se disculpó Bastián sintiéndose un pervertido. Asher se enderezó con lentitud y sintió el semen de Bastián salir por su recto, había sido todo una delicia, así que no había nada que perdonar, respiró hondo y miró a Bastián de reojo. Bastián tomó un pañuelo y abrazó a Asher por la espalda, llevando aquel pañuelo en su mano, limpió a Asher mientras lo besaba, le subió los pantalones y se acomodó su ropa mientras que Asher hacía lo mismo. —Pareces alguien tranquilo, pero no lo eres— dijo Asher mientras terminaba de acomodar sus prendas, le sorprendía qué Bastián fuera tan arrebatado, pero nunca perdía esa caballerosidad. Bastián sonrió, fue a dejar su saco y a prender su computador. —¿No te gusta?. Asher se ruborizó y se aclaró la garganta. —No, no es queja. —Cuando estoy solo puedo contenerme, pero sabiendo que tengo alguien en quien descargarme, me es difícil guardar la compostura, en especial si te miras así. —¿Si me miro así?. Bastián solo sonrió, y guardó su respuesta solo para él, ¿Cómo iba a decirle a Asher qué era el tipo más guapo con el que había estado y que lo atraía tanto que no podía resistirse a él?. —Entonces…¿Jamás te has enamorado?—Preguntó Asher sin pensar. Bastián se sentó en su silla y resopló. —Tengo mucho trabajo, deberías de irte ya. Asher asintió. —Si, claro— dijo sintiendo que había sido más entrometido de lo que debía. Salió de la oficina de Bastián y Bastián solo lo miró salir. “Eres un idiota Asher, ¿Por qué mierda preguntaste eso?”, Asher resopló y se sobó la frente, se recompuso rápidamente y se fue a su piso. El resto del día fue tranquilo, Bruce estaba con una resaca horrible, el trabajo parecía no tener fin, fueron a una junta donde estaba Bastián, Asher no podía dejar de verlo, nadie pensaría qué alguien como Bastián era gay o demasiado calenturiento. Hablaba con tal seguridad qué causaba escalofríos, además siempre tenía esa apariencia tan pulcra, como si nada lo asustara o lo pusiera nervioso, sin duda controlaba muy bien sus emociones. Era admirable. La junta terminó y todos se fueron a sus áreas de trabajo, a la hora de salida, Asher juntó sus cosas y salió de Koro, no tenía mensajes en su teléfono y no estaba seguro de si debía de mandarle uno a Bastián, ¿Qué le diría de cualquier modo?. Llegó a su departamento y después de comer un ramen, se metió a bañar y se acostó a dormir, no sin antes recordar todo lo que ese hombre le había echo, se golpeó las mejillas y negó. —Basta Asher, deja de pensar en él. ……….. A la mañana siguiente, para sorpresa de Asher, Bastián lo estaba esperando en la recepción de Koro, le hizo señas para que lo siguiera y Asher fue obediente, lo siguió hasta las escaleras de emergencia, que nadie usaba a menos de que fuera realmente necesario, una vez que entraron y se quedaron solos, Bastián se giró para verlo y lo besó como si no lo hubiera visto en días. —¿Dormiste bien?, tenia muchas ganas de verte anoche, pero quise dejarte descansar. —Dormí bien—Respondió Asher sorprendido y con las mejillas algo enrojecidas, Bastián lo ponía muy nervioso, en especial porque no podía saber en que pensaba. Bastián lo besó de nuevo. —Ten un buen día—Dijo Bastián para luego salir de aquel lugar. Asher no sabía cómo sentirse al respecto, sacudió su cabeza y se sobó los labios, prefirió subir por las escaleras, así podía tener tiempo para calmarse. Esa noche Bastián le mandó un mensaje, pasaron la noche juntos, teniendo se*xo hasta tarde, al día siguiente fue igual, y al siguiente… —¿Y bien?, te vez de buen humor, y eso es raro. Bastián miró a Víctor y enarcó una ceja, habían ido a comer a un restaurante, había pasado una semana desde que Asher accedió a ser su pareja se*xual y había sido una semana…muy agradable y excitante. El se*xo con Asher siempre culminaba en un glorioso orgas*mo, Bastián era una persona que se aburría con facilidad de las personas, pero Asher estaba fuera de todo lo que él creía, lograba conversar con él como si lo conociera de toda la vida, era amable y dulce, su carácter era demasiado tranquilo, así que siempre se sentía muy relajado estando a su lado, la mejor parte de su día, empezó a ser cuando volvía a casa con él. Era la primera vez que Bastián tenía miedo de sentir algo que no estuviera dentro de sus límites, tenía miedo de enamorarse. —He dormido bien, eso es todo. —¿Has dormido bien?, ¿O has cogido bien?—Preguntó Víctor juntando sus manos y recargando su mentón sobre ellas, admirando la belleza de Bastián, podía parecer un perro rabioso, pero con ese rostro, lograba tener muchas miradas sobre él. —¿Cuál es el interés en mi vida personal?. Víctor alzó las manos. —Tranquilo, no quiero molestarte, pero si me gustaría saber ¿Qué planeas hacer con Asher?. —¿A que te refieres?. —Bueno, Asher es muy entregado, se enamora sin límites, pero si le fallas, créeme, va a olvidarte aunque le cueste lágrimas de sangre, cuando terminé con él, me pidió que lo considerará, le dije que ya estaba decidido, siempre fui impulsivo y codicioso…mi error fue pensar qué Asher siempre iba a estar para mi, pero no fue así, él no me llamó, no me buscó, nada, se esfumó de mi vida, y lo viste esa noche, sonrió al verme después de más de 3 años sin hablarme, pero fue distinto…me superó. Bastián hizo una mueca. —Mejor para mi si me olvida apenas lo deje. —¿Eso crees?, te lo diré de este modo, si llegara a dejar a mi novio, haría de todo para volver con Asher, inclusive si eso significa terminar mi amistad contigo, me arrepiento de haber dejado a Asher, no seré tan tonto para perder una segunda oportunidad con él, dices que no lo vas a tomar en serio, así que…¿No hay problema o si?. Bastián miró a Víctor y sonrió. —Ya me tengo que ir, deja de pensar tonterías y de meterte en asuntos qué no son tuyos, Asher va a ser mío, hasta que me de la gana. —Esa arrogancia tuya va a terminar dándote en las pelotas. —No vuelvas a tocar el tema, o le diré a tu novio que planeas dejarlo. —Yo no dije eso. —Entonces deja de pensar en Asher y has lo que él hizo contigo, solo olvídalo. Víctor hizo una mueca y sonrió un poco amargado. —¿A dónde vas?, terminemos de comer. —Ya he terminado, yo pago. Bastián pagó la cuenta y regresó a Koro, ahí miró a Asher caminar junto a otro empleado, sonreían de modo amistoso, sin duda Asher era una persona con quién cualquiera se sentía cómodo. “¿Enamorarme de él?, eso no va a pasar”.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR