La visita de King me tomó por sorpresa. Por un momento me debatí entre abrir o no, al final decidí abrir y escuchar a King. Debo decir que el hecho de que viniera hasta mi casa a pedirme disculpas por su comportamiento en la oficina es algo que no vi venir. Sin embargo, ahora, mientras compartimos una cosa en el sofá de mi salón, puedo decir que el calor que me produce su cercanía. —¿Supongo que todo está bien con tu cuñado? —inquiere después de sorber del cabernet de su copa. —Así es. Mi hermana ahora está con mis sobrinos descansando mientras la madre de Kolton la releva. De hecho, ella era la encargada de acompañar a mi hermano por su traje, y al final me tocó a mí salvar el día. —le cuento y me enderezo en mi lugar. —Pero tú no tienes esos problemas —espeto, dejando mi copa en la mes