El sol brilla con intensidad y pienso disfrutar de mi día libre. Ya estoy cansada de las cuatro paredes de mi apartamento y del bullicio constante de la ciudad; así que, decido aprovechar el día para ir a la playa. Había sido una semana agotadora en la oficina, y por supuesto, con mi búsqueda hasta ahora fracasada de una persona para llevar a la boda de Jasper y Elsa. Sin embargo, la idea de hundir los pies en la arena y sentir la brisa marina en el rostro suena como un sueño hecho realidad. Empaco mi bolso con lo indispensable: un libro, protector solar, una toalla y unas gafas de sol. No estoy muy lejos del mar, así que luego de ponerme un traje de baño n***o, me pongo encima un vestido de día holgado, unas sandalias planas estilo gladiador, un sombrero de ala ancha y salgo de mi casa. L
