—¡Orden! —exclamó la jueza ante la conmoción que se formó en la sala—. ¡Orden! Señor, no puede entrar así en una audiencia…
—Tengo pruebas irrefutables en mis manos, de que no sólo este hombre abusó de su sobrina al ser solamente una niña, sino que también la obligó a tomar drogas. Y eso no es todo… Ella no fue la única víctima, su señoría —aseguró Neil y muchos quedamos shockeados, incluyendo a Alanys.
¡Esto sí que era el “boom” del momento!
—Está haciendo una acusación grave, señor —la jueza lo miró con severidad—. ¿Podría acercarle las pruebas al agente? Necesitamos tomar también su declaración.
Estaba ansioso porque acabara el interrogatorio, que no fue más que preguntas idiotas de parte de Jeffreys sobre la ‘forma’ que había tenido de conseguir las “supuestas” evidencias.
Neil s
