Bella Me sacó con bastante facilidad del territorio de Alec, entro y salió como quiso. Llegamos a un departamento, donde me llevo en sus brazos mientras hablaba con la mujer con la que había llegado a mi rescate— Ya lo sabe—Ella comentó. Su peinado era tan corto que podrías confundirla con un hombre si no fuera por las suaves y femeninas facciones que tenía— Probablemente en unas horas tendremos una llamada preguntando por ella — Supuse que hablaban de Alec. Intenté no mirarlo, el sentimiento de abandono era más fuerte que mi amor por él, al menos intenté engañarme, pero el corazón es tonto y siempre termina cediendo. Cameron ya no era ese joven despreocupado por la vida; sus facciones se habían endurecido, la sonrisa juguetona de hace cuatro años ya no existía. Su mascara era de frial