Capitulo 7/ Un Boceto y una pijamada.

2347 Palabras
Colgaba el cartel en mi habitación, era hermoso, debió haberle dedicado mucho tiempo. Baje inmediatamente al primer piso, Jared estaba sentado en el sillón esperándome. — Gracias, es hermoso... — dije sentándome a su lado, dejando un poco de espacio entre nosotros para no hacer el momento incomodo. Jared me regaló una hermosa sonrisa. — Es mi modo de disculparme, te acuse solamente por algo que viste... — me miró fijamente, sus hermosos ojos lograban ponerme nerviosa, eran diferentes, una rara mezcla entre verdes con café. — pero... Dijiste algo que me intriga. Ya sé que fue Victoria quién divulgó esa información, no sé como lo hizo o cómo lo supo... — Yo lo sé... — interrumpí. El rostro de Jared se transformó en una mueca. — Ya ves, lo sabes todo. — hizo un ademán acompañando esta frase. — debo deducir que lo sabes porque eres su ex mejor amiga o porque... — suspiré. — No me gustaría mentirte Jared, todo el mundo sabe que soy muy buena en informática... Y a decir verdad la información de todos siempre está expuesta... — Pero tú violas la privacidad de todos... — me sorprendí al escuchar sus palabras, razón no le faltaba, pero yo lo hacía para tener algo a mi favor, o eso quería creer. — No puedo contradecir lo que dices, solo puedo justificarme diciendo que no he usado ninguna de la información que he recibido a mi favor, ni para dañar a nadie... — Jared se me queda mirando como si buscará la verdad en mi mirada. — Tengo miedo de preguntar lo siguiente, pero lo haré, no puedo quedarme con la duda... — asentí, presentía lo peor. — ¿Has indagado sobre mí información? — lo miré resignada. Intenté decirle que sí, pero las palabras no salían de mi boca, tenía miedo, apenas estaba empezando a ganarme su confianza y ya lo había arruinado... Jared suspiro. — Está bien, no se con que motivo lo has hecho, pero quisiera saberlo... — esta vez mi rostro era pura sorpresa. — ¿Qué tanto sabes de mí? — sentí como se estrujaba mi corazón. — Jared... Yo, no puedo. No puedo decirte. — él me miró sorprendido. — ¿Cómo qué no puedes? — se puso recto en su lugar. — ¿Qué has estado haciendo con mi información? ¿Fuiste tú quien le dio mi información a Victoria? — Jared se apresuraba a sacar conclusiones nada coherentes. Se levantó del sofá molesto, dispuesto a marcharse. Lo tome de la mano y me levanté. — Jared, solo quiero que sepas que jamás utilizaría lo que se sobre ti para lastimarte. — suspiré. Su mirada aún furiosa estaba al pendiente de cada uno de mis gestos, no soltaba mi mano pero podía sentir la tensión entre nosotros. — No le di tu información a Victoria. La hermana de Victoria es amiga del esposo de tu hermana, ha sido él quien se lo ha contado, está preocupado y no sabía que estaba hablando con la hermana de Victoria, él confío en su amiga y su amiga se lo contó a su hermana. — Jared soltó un suspiro exasperado y soltó su mano de la mía de un tirón. — ¡No puedo creer que ese imbécil este divulgando nuestra vida privada! — lo miré sorprendida. — tengo que hablar con mi hermana. — me miró. — aún no me dices porque has investigado sobre mí, y hasta que no lo hagas doy por terminada esta supuesta amistad, si no puedes confiar en mí, tampoco confiaré en alguien que sabe todo sobre mí y de la cual no sé nada. — y con estas palabras se marchó dejándome ahí plantada. — Lo arruine, nuevamente. Lo siento Jared, no puedo decirte que te amo. Se lo que pensaras de mí. — suspiré, pensando en voz alta. Había llamado a Chloe, esta vez podía asegurar que caía bien tener a alguien en quien confiar. — Entonces, dices que Jared ha terminado con su amistad, ¿Solamente porqué no le has dicho que hacías con su información? — pregunto Chloe repitiendo mis palabras. — No puedo decírselo, se qué pensará que estoy obsesionada con él... — Y lo estás. — aseguro ella divertida. — No me ayudas. — le reproche. — Jared a alejado a un montón de locas por obsesionarse con él... — Uhh ¿Tan bueno es en la cama? — le di un codazo en el costado a lo que ella contesto con una carcajada. — Bueno, mis investigaciones dicen que lo es, pero nunca lo sabré porque él no se fijara en mí. — Chloe se levantó molesto, posó sus brazos en su cintura en jarra. — ¿Estas ciega? ¡Le gustas a muchos chicos! Solo no se animan porque tienen miedo de que sepas sus sucios secretos. — sonrió. — eres hermosa. — me tendió la mano. — vamos a tu habitación. La miré sorprendida. — ¿Ahora me dirás qué también te gustó a ti? — Chloe sonrió y negó con la cabeza. Tome su mano y me levanté del sofá. — Bien, vamos. — está vez fuí yo quien la arrastro conmigo a mi habitación. — Ya estamos aquí. ¿Qué querías ver? — ella inspeccionó minusiosamente mi habitación deteniéndose en el retrato que Jared había hecho de mí. — Increíble. ¿Quién lo hizo? — había omitido la parte en la que Jared me había dado ese hermoso retrato, pero ahora estaba acorralada. Mi expresión le dio una respuesta. — ¡No me lo puedo creer! ¡Jared Williams te hizo un retrato! ¡Es hermoso! — chillo emocionada. Acto seguido se posó detrás de mí y me arrastro hasta llegar frente a mi retrato. — mírate, es así como él te ve, que siempre estés despeinada y malhumorada no impidió que Jared pudiera ver lo hermosa que eres... ¡Le gustas! — me gire hacia ella, estaba exagerando. — Él solo lo hizo para disculparse por acusarme de esparcir información sobre él, cuando había sido Victoria quién lo había hecho. — suspiré. Chloe rodo los ojos, inspeccionó mi habitación nuevamente, sus ojos se posaron en mi laptop. Se acercó a ella y empezó a hurgar en ella. — ¡Hey, eso es privado! — ella hizo un ademán restándole importancia a mi queja. Se giró nuevamente hacia mí con mi laptop abierta, la miré interrogante, señaló la pantalla, la miré, toda la información que había recopilado de Jared estaba ahí. — Bien, aquí. Jared le dice a esta chica que no quiere nada con ella, de una forma un poco o muy humillante de hecho, luego si nos fijamos en el chat con su amigo de confianza, Jared le cuenta lo sucedido, su amigo le dice qué tal vez fue muy duro con ella, pero Jared simplemente le dice que ya está, primera deducción: Jared Williams nunca se disculpa, por más que sepa que no ha hecho las cosas como debía. Segunda deducción; si te ha pedido disculpas con ese hermoso retrato es porque le gustas y no quiere perderte, quiere conocerte. — yo la miraba atónita. — tercero, según tu información sobre él, Jared mantiene ocultó su talento, pero a ti te ha mostrado lo que es capaz de hacer. ¿Ahora lo entiendes? — estaba realmente sorprendida, no podía creer lo que mi amiga decía. — ¿Crees, de verdad que le gustó? — ella asintió con una sonrisa en los labios. — No lo creo, estoy totalmente segura y Jared no tardará en volver a ti... — sonrió satisfecha. — Ahora ya deja de pensar, que le he dicho a mi madre que pasaríamos una noche de chicas, no me lo arruines. — reí al escucharla. — ¡Bien, noche de chicas, entonces! — Chloe pego un salto de emoción y aplaudió eufórica. — Perfecto. — me miró confundida. — ¿Ahora que hacemos? — sonreí y me encogí de hombros. — Mamá no vuelve en las noches, podemos hacer una fiesta privada, con vino... Y así hicimos, había sacado el vino favorito de mamá y Chloe y yo nos lo habíamos bebido, quizá tres botellas, mientras ella dormía profundamente en mi cama yo vomitaba en el baño, no solía beber más de una copa de vino, no me gustaba el alcohol, pero esta noche sentí la necesidad de beber un poco, o más bien mucho. Escuche como la puerta principal se abría. Miré rápidamente la hora en mi celular, termine de devolver toda lo que quedaba en mi estómago y me levanté rápidamente para cepillarme los dientes. Baje rápidamente, lo más serena que pude... — ¡Hola, mamá! ¿Qué haces aquí tan temprano? — ella me miró de manera sospechosa. — ¿Tiene algo de malo que venga a MI casa a la hora que quiera? — preguntó resaltando el "Mí" — No, para nada... Ve a descansar, debes estar exhausta. — baje lo más tranquila posible, disimulando mi embriaguez, tome a mamá del brazo para guiarla a su habitación. — ¿Y está amabilidad tan repentina? ¿Hay algo que me estés ocultando? — No, nada. Ve a dormir. — mi madre olisqueo con la nariz hacía mí. Puse cara culpable. — ¿Estuviste tomando vino? — sonreí, había sido descubierta. — Un poquito... — dije dudosa haciendo un gesto con el dedo índice y pulgar. Mi madre se dirigió a la cocina donde habían un par de botellas vacías, y yo que pensaba que habían sido nada más tres... Luego prosiguió a mi habitación, corrí detrás de ella con torpeza. Cuando mi mamá abrió la puerta de la habitación Chloe levantó la cabeza y nos miró sorprendida. — Uy, hola señora Adams, soy Chloe, amiga de Alison. Es un gusto conocerla. — Chloe sonrió y miro a mi madre con gesto inseguro, mi mamá me volteo a ver a mí. — ¡Tienes una amiga! ¡Ay Dios, al fin! Pensé que te quedarías sin amigos toda la vida, que iba a ser de ti cuando tu pobre madre muriera. — dijo un tanto dramática para luego abrazarme. — Mamá, estás exagerando. — suspiré entre sus brazos. Me soltó de su abrazo y luego me miró sonriente. — No exagero. — entro en la habitación y también abrazo a Chloe, quien recibió su abrazo muy contenta. — es gratificante que alguien decida ser amiga de mi niña, no es tan mala como quiere que todos crean que es. — al separarse de mi amiga aún seguía con una gran sonrisa en los labios. — Lo sé, señora Adams. — respondió Chloe, por eso vine para una pijamada. Mi madre miró el desorden de mi habitación, en el piso estaban tres botellas vacías del vino. — Discúlpenos, es que después de que Jared se fue Ali estaba muy triste... Así que fue mi idea. — golpee mi frente con la mano. — ¿El nuevo vecino? ¿Para el que preparaste esas galletas? — asentí, resignada. — Oh cariño, te gusta mucho. — sentí mis mejillas arder, aceptarlo con Chloe era una cosa pero con mamá era muy diferente. — ya veo que te estás comiendo la cabeza, no hace falta admitirlo, soy tu madre y soy psicóloga, ¿Recuerdas? — solté una leve risita. — tengo doble intuición. Nada se me escapa. Al término de unas cuantas horas más mi madre nos daba consejos amorosos y nos contaba sobre sus peores conquistas, con una botella de vino en la mano, aunque no nos dejaba beber a nosotras porque tendríamos clase el día siguiente, debía admitir que pasar el rato con mamá era agradable. — Entonces si yo decía n***o, él decía blanco. — tomo un sorbo de la botella que sostenía en su mano. — creo que en lugar de gustarnos nos odiamos. — soltó una leve carcajada. — en cambio tu padre. — me señaló. — Oh, él era maravilloso, pero tuvimos algunos desacuerdos que nos llevaron al divorcio. — se encogió de hombros. La miré con curiosidad, ella no solía mencionar su relación con papá, era el momento indicado para hacerle preguntas, dicen que los borrachos y los niños; dicen la verdad. — Mamá. — llame su atención. Me miró curiosa. — si papá era tan maravilloso, ¿Por qué decidieron divorciarse? — mamá tosió atorandose con el vino que tenía en la boca, se dio un par de palmadas en el pecho y decidió hablar. — Bien, ya no eres una niña, mereces saberlo. — suspiro. — Tu padre y yo solíamos ser el uno para el otro antes de casarnos, luego vinieron ustedes, él no trabajaba, yo también... Ambos llegábamos rendidos a casa y ustedes dormían, su nana se iba muy tarde siempre por esperarnos, cuando él me pidió que dejara mi trabajo me negué, yo quería seguir trabajando, pero él quería que me hiciera cargo del hogar, como una ama de casa... — mamá suspiro. — el tema quedó zanjado, pero tiempo después descubrí que él me engañaba con su secretaria, lo sé, demasiado cliché, pero es así cuando te casas y tú esposo no encuentra en casa lo que quiere tener, entendí que era mi culpa, pero no pude perdonarlo. Si yo hubiera trabajado desde casa y hubiera cuidado de ustedes como debía... — se acercó a mí y tomo mi mano. — Hiciste lo correcto mamá, no tengo nada que reprocharte. Eres maravillosa. — mi madre sonrió con lágrimas en los ojos. — ¿Aunque te deje sola todo el día? — asentí con una sonrisa en los labios. — Aprendí a ser más independiente, y valoro mi privacidad, aunque no llene la casa de estudiantes de último año para una fiesta sin padres. — mi madre sonrió orgullosa. — Siempre fuiste una buena niña. — acarició mi mejilla. — wou, esto es hermoso. — interrumpió Chloe mirando la escena con una sonrisa en los labios. Mamá, Chloe y yo terminamos una maravillosa pijamada, aunque mamá se haya desahogado y bebido unas dos botellas más hasta quedarse dormida.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR