Monteiro Desperté con Nilo en mi pecho, se le veía tan tranquilo sobre mí que no pude evitar abrazarlo, a lo que él respondió de la misma forma sin despertar, entonces volví a cerrar los ojos sumergiéndome en las palabras que cambiaron nuestro pecaminoso encuentro a uno más… sensible. Sin embargo, esto hizo que también volviesen los recuerdos de lo ocurrido en Cosenza con Arguello y todo el jodido problema que me trajeron sus acciones… Desde que fui arrestado aquella mañana hasta el día de hoy, no dejo de preguntarme ¿por qué me confié de la situación pese a ver las señales? Quizás sea porque no faltaba mucho para viajar a Roma y estar de nuevo con los míos, porque era un adolescente que solo quería atención y dársela sería seguirle el juego o tal vez porque lo que menos deseaba eran pro