Un mes después Josh ¿Se puede estar más feliz en la vida? Sí, pero nada igualaba la alegría que me ha recorrido el último mes desde que Nilo y yo hicimos esa promesa en el puente Milvo llegando a estrechar muchísimo más nuestra relación. Casi todas las noches intentaba llegar temprano con él, aunque en raras ocasiones me quedaba en casa de Elio o Cliff me ordenaba buscar más material de Monteiro, lo que me jodía a más no poder ya que nunca quedaba satisfecho con las migajas que le daba, era como si quiera que me le arrodillara a darle la confesión que su retorcida mente quería. No obstante, sus amenazas y demás actos contra mi persona (como las ocasiones en las que me abofeteó por insultarlo o al rehusarme a cumplirle algún capricho), no opacaron la felicidad y seguridad que Nilo me pr