Nilo Pese a la agitada noche que tuve, me levanté temprano y con mucha energía para comenzar mi día, ¿y por qué no?, una nueva vida. Me tomaría un tiempo acostumbrarme a estos cambios, pero después de descargar tantas cosas siento que tengo control sobre mí. —Vaya, no sé cuándo fue la última vez que vi a alguien de tan buen humor, aparte de Claude cuando aplica sus penitencias. —No sé si decir que es buena o mala la comparación, pero gracias, supongo… —Es buena… supongo… —reímos sentándonos a desayunar—. ¿Cómo te sientes? —Excelente, todavía perturbado en el fondo, pero al menos puedo estar de pie y enfrentar lo que vengan. —Me alegra escucharlo. —Enrique, quiero darte las gracias otra vez por recibirme, sé que abusé de tu confianza, pero no imaginas cuánto me ayudaste. —En realida