Escuchando las palabras de la mujer dormida, Andrés de lleno de unas ganas interminables de hacerla suya, y mirando los rosados, pero naturales labios de su pequeña ninfa, le hablo como si ella estuviera despierta - ¿dime cuanto lo deseas, mi pequeña ninfa? - Shaira que estaba entre despierta y dormida, le pareció escuchar la voz del hombre hablando, su voz estaba claramente llena de desea, sonaba gruesa y ronca, ella sintió que ya no estaba en un sueño y con dos parpadeos abrió sus ojos completamente, reviso su cuerpo que no tenía blusa y su pantalón que estaba desabrochado, luego levanto sus bellos ojos y miro al hombre de sus sueños, que estaba agachado al lado de la cama, a la altura de ella, con el rostro de él, justo a poca distancia de su rostro y mirando esos ojos claros t

