Linda entro a la cocina y miro a Shaira, que tenía su carita roja como un tomate
- mujer estas sorda, porque no escuchas, llevo llamándote desde que llegue, oye... ¿Por qué estás tan roja?, ven deja esos platos allí, ¿Quién cocino tanta comida?, que desperdicio, porque te levantas hacer tantas cosas que no debes, ven vamos a la cama, deja eso, tu cara esta tan roja, todavía no estás bien, vuelve a la cama - Shaira llevo sus palmas a sus mejillas manito hadas y las palmeo, no podía bajar la sensación que su cuerpo tenia, nunca había tenido que escabullirse de una situación como esa, Linda había pensado que su cuñada, todavía estaba enferma, y que por eso su rostro estaba tan caliente y rojo, pero lo que no sabía era que en realidad Shaira estaba tan nerviosa de ser cachada con ese hombre c
