Desde que ha llegado Ryder todo es un coñazo en casa de mis padres, por eso cuando me dejan salir del trabajo antes por la lluvia, conduzco a casa de Lea y aparco detrás de su coche en la entrada de su garaje. Sé que está pintando su habitación, así que cojo mi mochila de deporte y corro por su jardín hasta tocarle en la puerta. Le había dicho que me esperara para ayudarla, pero no lo iba a hacer ni de broma, porque no me necesita para hacer sus cosas. Y lo sé cuando me abre la puerta y toda su ropa tiene salpicones de pintura, hasta en la cara tiene y un poco en el pelo. Paso por su lado besándola y Lea me sigue escaleras arriba, todo es un caos, no tendría que haber desmontado su cama ni sacarla, sólo taparla con plástico y dejarla en el centro de su habitación, por eso quería ayudarla,