En el fondo esperaba que Dustin pasara a despedirse de mi o que cómo mínimo, al verme guardar mi maleta en el coche y subirme, saliera a agitar la mano. Son veinte horas de viaje y sé que se me haría más ameno si me hubiera despedido. —Llámame en cada una de tus escalas y cuando llegues me mandas una foto para saber que estás bien. El abrazo de mamá dura hasta que me llaman para embarcar. *** Me he dormido el último trayecto del viaje y papá lo nota cuando me recoge y agarra mi maleta. —Que cara tienes, hija. —Gracias, papá. Aquí conduce una pick up y deja mi maleta ahí echándole la lona a la parte trasera. Su coche huele a playa y las alfombrillas están llenas de arena. Se siente genial estar aquí con él mientras conduce por la costa con el sol golpeando el lado del coche. Me