La primera parada de Allie cuando vuelve, es mi casa. Estamos hablando de Tyler, de que ayer se pasaron el día entero hablando, y de repente, sin venir a cuento, dice: — ¿Anoche lo hicisteis Dustin y tu? Sonrojada hasta las pestañas, digo: —No. —Pero te dijo que era tu novio. ¡Ay! —Allie mueve la cabeza y cojo un mechón de pelo que no era. Tiro de ellos—. La cosa es que os vais a ir a Nueva York, ¿eres consciente de lo que va a pasar allí? —No sé todavía si voy a ir —afirmo la trenza en forma de corona y la coloco con unas orquillas—. Tengo que preguntarlo. Termino su trenza y Allie se gira en mi cama con la vista fija en la ventana de Dustin, está allí, mirándonos, y espero que no tarde en irse. Es raro hablar de él, de mi y de que no habrá Nueva York sabiendo que nos está miran