Mamá no está abajo cuando llego, supongo que por eso Dustin me besa sin estar pendiente de si nos está mirando, grabando o algo de eso. — ¡Nos vamos, mamá! —grito. Mamá, exclama de vuelta: — ¡Cuidaos! Dustin y yo caminamos hasta el coche prácticamente pegados, y lo primero que hace antes de arrancar es bajar el volumen de la radio. —Anoche Evan nos invitó a Max y a mi a ir con él y sus amigos a un partido de baseball —comenta, y me lanza una rápida mirada—. ¿Debería preocuparme de que me cuente tus secretos más oscuros? —No tengo secretos oscuros. ¿Me tengo que preocupar yo de los tuyos? —Pffff... Lea, soy perfecto. —Y egocéntrico —añado. La feria es impresionante, como la del resto de temáticas, la diferencia es que está es muy empalagosa. Todo está lleno de globos con for