Hay un grupo de chicos jóvenes, vestidos con trajes llamativos, al igual que el maquillaje que tienen. No puedo evitar sonreír emocionada, pues estas muestras de teatro callejeras son algo que siempre me ha gustado, no solo porque entretienen, sino porque hay talentos increíbles, que han buscado la forma de abrirse al mundo del arte, cuando no tienen facilidades para hacerlo de otra forma. Una chica muy alta, con cabello rubio largo, dramatiza a una Rapunzel diferente a la del cuento de hadas, pero después noto que su puesta en escena es la mezcla de personajes reconocidos y convergen en una historia original, llena de risas y exageración, que contagian a las personas que los ven, haciendo que cada vez la multitud aumente. Frente al escenario improvisado que tienen, han puesto unos som