Siento que pierdo todo el color y la poca borrachera que me quedara, se ha eliminado por completa de mi organismo al leer lo que dice en ese pedazo de papel. Trago saliva, y solo miro hacia adelante, porque temo lo que sea que vaya a encontrar detrás de mí. Paso mis manos por mi rostro y algo me lastima la nariz, por lo que me apresuro en mirar y un nuevo escalofrío me recorre al ver que estoy usando una argolla dorada en mi dedo anular, de la mano izquierda. Mi cabeza da vueltas y espero volverme a despertar de este nuevo sueño, pues no puede ser posible que algo semejante me esté pasando. Un quejido femenino y el movimiento de alguien al otro lado de la cama, me pone alerta, pero antes de girarme, respiro profundo e intento hacer memoria de lo que pasó anoche, pero desde un momento d