No tiene familia.
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—Iré por ella.
—Sera mejor que por ahora la dejemos tranquila, ya después hablamos con ella.
Melisa negó. —No me sentiré cómoda, solo trataré de ser amable y le invitaré un café, si no funciona vuelvo aquí.
Murat la dejó ir y Melisa se apresuró a alcanzar a la señora Elen, ella no parecía una mala persona, solo era un poco testaruda igual que Murat.
Mientras tanto Murat miró a Tarkan.—¿Por qué no me llamaste?—Lo cuestionó.
—La señora Elen me dijo que no lo hiciera—Respondió Tarkan un poco avergonzado.
—¿Trabajas para ella o trabajas para mi?.
—Para usted señor, pero es que no podía contradecirla a ella—respondió Tarkan.
—Esta bien, creo que iré a ver que sucede.
Tarkan miró salir a su jefe y suspiró. —Que drama.
Melisa llegó hasta el lobby del hote
