Después de vomitar Silvana caminó por el pasillo – quiero estar sola un momento. La soledad era compleja, tenía cinco doncellas, dos nanas y un caballero, además de un médico de cabecera que la visitaba dos veces al día. Su entorno era demasiado ruidoso. ¿Por qué era tan difícil? Conocer a Gideon, tener encuentros furtivos y ver a las personas a su alrededor matar, morir o vengarse, ¿por qué todo era tan complejo?, sí pudiera, elegiría tener una vida simple, despertar por las mañanas en una casa pequeña, tal vez un molino o el establo junto a un monasterio, afuera de su ventana Gideon tendría un empleo sencillo, limpiaría caballos o cortaría leña y en ese escenario que seguramente estaría lleno de carencias, ella podría decir. ¡Estoy embarazada! Esas palabras habrían marcado un moment