El banquete dio inicio, con docenas de mesas muy unidas y muy poco espacio entre las bancas, desde su posición Silvana notó que los hombres comían espalda con espalda y sí se levantaba se rozaban con la persona sentada en la otra mesa. La iluminación también era pésima, la luz de las velas era muy escasa, no había ventanas y los aromas se encerraban. Y en ese ambiente, con las personas bebiendo de grandes tarros de cerveza, era donde Gideon pasó los últimos meses. Era tonto sentirse feliz por compartir ese momento y por dejar de depender de su imaginación para saber cómo Gideon pasaba sus días y cuál era el escenario que lo rodeaba. El ruido se detuvo de pronto, todos los hombres miraron la entrada y Evelyn Audrey entró al salón llevando un largo vestido de fiesta color beige con un abr