Una semana antes, Gideon recibió la carta del palacio, informando la visita del príncipe heredero, su esposa y la princesa Evelyn, al terminar, la arrugó y la lanzó al bote de basura.
La mensajería normal se tardaba cinco días en llegar a la capital, y la que venía del palacio solo tres días y medio, eso pasaba porque se priorizaban los mensajes enviados por la familia imperial. Sí fuera diferente o sí el imperio mejorara las condiciones de los mensajeros, él no tendría que esperar tanto tiempo por una respuesta – ¡ah! – soltó un alarido y se levantó para caminar por la habitación.
Semanas atrás y sin una razón que él pudiera entender, la dama dejó de enviarle mensajes.
Nada funcionaba, dejó notas en el periódico, le pidió a Francis que tratara de convencer a la chica que lavaba los pla
