No había necesidad de alargar el tema. – El duque Aldrich tuvo un sueño en el que apareció Evelyn, ella le dijo que tu bebé corría peligro, y que él debía protegerte. – Alteza, ¿qué opina al respecto? – preguntó el duque de Diana. – Lo envidio – respondió Silvana – cuando mi padre murió, jamás me visitó. – ¿Cree que la princesa realmente apareció en el sueño del duque Aldrich? – insistió el duque de Diana. – Excelencia, voy a la iglesia una vez a la semana, rezo por el alma de la princesa y hago donaciones a los hospitales, sí no creyera en dios y en las almas pasajeras que son enviadas a este mundo para seguir los mandatos divinos, todo ese ejercicio sería una pérdida de tiempo. El emperador sonrió – ¿qué opinas del duque y sus intenciones?, un juramento no es algo simple. Silvana