Durante el turno matutino que daba inicio a las seis de la mañana dos guardias de la muralla encontraron cuatro muertos sin ropa y sin identificar. Debido al daño en los rostros, la identificación tomó varias horas y se llegó a la conclusión de que eran guardias de la muralla del turno nocturno, según la investigación un grupo de bárbaros treparon la muralla y usaron una herramienta con una cadena larga y una cuchilla, de esa forma mataron a los guardias a distancia, se cambiaron de ropa y escaparon. El comandante Parson fue el encargado de la búsqueda de los bárbaros, él trazó una ruta posible en base a los rastros que estaban enlistados en tres páginas y envió diez escuadrones a buscarlos, ninguno regresó con más pistas y les perdieron el rastro a los bárbaros. Al final del primer día