Despedirse de Gideon era una mala idea. Tenía mucho trabajo, en una semana el emperador marcharía hacia el sur con el ejército y entre ella y la emperatriz organizarían un desfile conmemorativo, la emperatriz insistió para rescatarla del bautizo de sangre que resultó ser su primer evento social, también era una forma pública de demostrar que ella y el príncipe heredero apoyaban al emperador. Era el peor momento para un encuentro, sí la descubrían esa noche su vida y la de su familia cambiarían para siempre, era un riesgo que no podía correr, ni siquiera por él – escribiré la respuesta. – ¿Irás? – preguntó Elsa. – No – tomó el papel y lo extendió sobre la mesa – es un mal momento y el riesgo es muy grande, todo lo que tenía que decirse entre nosotros fue dicho esa noche, además, él es m