Sabrina tembló de pies a cabeza, sus recuerdos del paraíso eran muy claros, tan precisos y silenciosos dentro de su mente, que en ocasiones se soñaba con los pies en el cauce del rio, con las suminas a su alrededor discutiendo y los elementales volando por el cielo, pero jamás imaginó que estaría de vuelta.
Y delante de Manantial.
– Inclínate.
Sabrina recibió la orden y se agachó hasta tocar el suelo.
– Cuéntame, ¿qué ha sucedido en el reino mortal?
Fue una larga historia, décadas de guerras, conflictos, modas y avances tecnológicos, el reino mortal era una criatura diferente, y todo, desde los medios de transporte hasta las comunicaciones, nada era cómo Manantial y las suminas lo recordaban.
En esa época, si una de ellas usaba melros para ir al reino mortal y se presentaba descalza,
