Darle a Esclavitud el derecho a decidir su destino no era una mala idea, el verdadero problema era que había tres dioses que no aceptarían el fallo, sin importar cuál fuera.
– Yo estoy de acuerdo – dijo Republica y por imitación, alzó también la mano – como saben – miró a su madre – no tengo un papel activo en Verium, y no tengo intenciones de presentarme en el reino mortal, eh estado asimilando un poco de su cultura a través de mis elementales y estoy seguro de algo, nuestro tiempo pasó, están demasiado acostumbrados a vivir a su modo, para bien o para mal, algo que nosotros aún no logramos, y creo que podríamos intentarlo, organizando un juicio justo que no dependa del fallo de un juez, sino de una investigación.
En Verium, el dios juzgado se colocaba en el centro de la plaza, Escriban
