En el templo en ruinas que se veía en lo alto de una montaña cubierta por nieve, Tiempo se sintió dentro de una encrucijada de la que no había salida. Sí asesinaba a Labia, Océano sería un problema y no había garantía de que los árboles de miasma se detuvieran, tampoco podía detener su tiempo porque ella encontró la forma de tener arena sin su intervención e irse no era una alternativa considerando los árboles en la biblioteca. Estaba en una situación sin solución evidente en la que solo quería hacer una cosa – escuché que Odio venció a Epidemia colocando su cabeza en una jaula – movió su brazo para retroceder el tiempo del templo y las rocas se levantaron – valdría la pena intentarlo. Las piedras continuaron levantándose y la velocidad aumentó, estaban volviendo al lugar que les corresp