William entró a la habitación y la encontró vacía y sumida en la oscuridad, aparte del sonido de los ratones y el ladrido de Angie no escuchó más ruido y salió al pasillo para buscar. Estando en los pasillos y más cerca de las ventanas los ruidos que venían del exterior se hicieron más fuertes y junto con ello el aroma de la sangre, William tuvo un mal presentimiento, corrió más rápido siguiendo los ladridos de Angie y se detuvo a mitad de las escaleras. El aroma de la sangre venía de afuera y los ladridos de arriba. Más cerca de la ventana William entendió lo que había pasado, uno de los empleados de los establos sufrió un accidente, cayó del caballo y tuvo una fractura en la cabeza, la toalla pegada a su frente estaba cubierta de sangre y mientras, los empleados se debatían entre qué

