Gabriel subió los escalones blancos hacia una habitación que aparentaba flotar en el aire, en rededor había muchos espejos y cortinas blancas y grises que se movían suavemente, siguió avanzando había la habitación circular con un barandal que miraba hacia un inmenso lago. – Bienvenido – dijo Tempestad, hija del cielo y la tierra, diosa mayor y reina de la onceava casa de Verium, también conocida como la diosa de la justicia. Gabriel bajó una rodilla al suelo como símbolo de respeto – divinidad. Tempestad caminó con su largo vestido blanco, su cabello era plateado y sus ojos color violeta – por consideración a tu sacrificio, se te mostró la liberación de las almas de la familia Daemonium, todos ellos irán a la habitación de las almas y en los siguientes años reencarnarán, sus pecados han

