Tobías despertó con la frente cubierta de sudor y una sensación de pánico por su familia – ¡Naty! – exclamó, a su alrededor se ceñía una inmensa oscuridad y a través de la ventana observó una columna de humo, se levantó de prisa, caminó y descubrió que el fuego venía del árbol nevado en el jardín, el emblema del festival de invierno que fue un obsequio del rey regente Henry Edwards cincuenta años atrás.
Un soldado pasó corriendo por el pasillo – oye – le gritó Tobías – ¿qué está pasando?
El soldado lo miró con pánico – la revolución tomó el castillo, sí quieres vivir, ¡quítate el uniforme y sal de aquí!
Tobías miró su ropa y después a los hombres avivando el fuego – ¿dónde está el rey? – hasta donde recordaba él entró junto al rey Gabriel Daemonium.
El soldado negó con la cabeza – el r
