La neblina cubre melros y el clima es muy frío, en mi estado mortal necesito un abrigo para cubrirme, Iker me dijo que podía arreglarse, una mordida y seré capaz de soportar las bajas temperaturas, pero, decidí no hacerlo, las noches son frías y tener un cuerpo cálido me asegura que Odio se arrastrará entre las sábanas hasta encontrarme y abrazarme. En el jardín de Otoño hay más luz, cada alma se convierte en una luciérnaga al llegar aquí y guarda su propia luminiscencia, algunas se acuestan a dormir en los árboles, otras vuelan en grupos y algunas se quedan cercan de las flores. Otoño voltea a verme – no es bueno que vengas de visita, los caminos de melros aún no son seguros. Es la razón por la que estoy aquí – no me gusta vivir en la oscuridad, ¿cómo siguen las cosas? – Océano y Mana

